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Entrevista a Elisenda Ortega sobre el proyecto ‘Volem Decidir!’

ca Entrevista a Elisenda Ortega sobre el projecte ‘Volem Decidir!’ en Interview with Elisenda Ortega about the project 'We want to decide!' es Entrevista a Elisenda Ortega sobre el proyecto ‘Volem Decidir!’

14 de noviembre de 2023

Entrevistamos a Elisenda Ortega, jefa del Departamento de Fomento de la Participación en el Ayuntamiento de Barcelona. Lidera el proyecto Volem Decidir!, que se presenta en el marco de la Capital Europea de la Democracia y tiene como objetivo promover la participación infantil en la ciudad de Barcelona, involucrando a niños y adolescentes de 8 a 17 años. Su experiencia en diferentes procesos innovadores y su compromiso con la democracia participativa de niños y jóvenes la hacen la persona idónea para hablarnos de esta iniciativa.



1. ¿Qué es Volem Decidir!’ y cómo encaja en el marco de la Capital Europea de la Democracia?

El primer derecho de la ciudadanía en democracia es el derecho a votar, es decir, a la elección de sus representantes políticos, pero en la ciudad hay un amplio porcentaje de personas, de ciudadanos, que no disponen de este derecho. Hablamos de las personas extranjeras no comunitarias que no pueden votar en las elecciones municipales y de los niños y adolescentes. Quizás estamos hablando de entre un 15-18% de población de origen extranjero sin derecho a voto en las elecciones municipales y de un 15% de niños y adolescentes de 0 a 17 años.

Pero no tener derecho a voto en la democracia representativa no invalida a esta población para opinar, participar, colaborar y construir comunidad. Todas las personas residentes en Barcelona, y también nuestros niños y adolescentes, tienen derecho a hacerse oír porque de las decisiones políticas que se toman hoy depende su bienestar actual: las posibilidades de seguridad, de aprendizaje, de ocio que les ofrece la ciudad, pero también, depende su futuro ya que la ciudad que se está construyendo hoy será, sobre todo, su ciudad más que la nuestra.

Volem Decidir! es el primer proceso participativo de la Capitalidad Europea de la Democracia que se dirige a todos los niños y niñas de 8 a 17 años de la ciudad de Barcelona. El proceso consiste en responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo queremos los niños y niñas participar en los asuntos de la ciudad? ¿En qué temas queremos dar nuestra opinión y de qué forma queremos hacerlo?

El resultado del proceso debe ser la creación de nuevas formas y espacios de participación para niños y adolescentes en la ciudad que supongan un avance cualitativo en la participación de esta población en los asuntos públicos, visibilizando su opinión a toda la sociedad y haciendo que esta tenga una verdadera incidencia política.

2. ¿Podrías explicarnos cuáles son los objetivos de este proceso participativo?

En primer lugar, es que toda la ciudadanía entienda que niños y adolescentes tienen derecho a participar, a tomar parte en las decisiones políticas que se toman en la ciudad, y que el Ayuntamiento sea consciente de la necesidad de escucharlos y tratarlos como ciudadanos de pleno derecho.

En segundo lugar, se trata de empoderar a los propios niños y adolescentes para que sean conscientes de sus derechos y deberes, y especialmente del derecho a participar, a organizarse y a intervenir en los asuntos públicos. Que su opinión importa y que es su derecho hacerla sentir.

Por último, el proceso pretende debatir sobre cómo puede estructurarse la participación de niños y adolescentes con mecanismos de consulta, opinión y decisión que tengan carácter permanente en la ciudad. Es decir, construir nuevas formas de participación para esta población que sean innovadoras, ágiles, abiertas y democráticas y que puedan tener una incidencia política real en el consistorio y en la ciudad.

3. ¿Cómo funcionan las etapas del proyecto? ¿Cuál es el propósito de cada una de ellas?

El proceso se estructura en distintas fases. En enero y febrero de 2024 se realizarán talleres en los centros educativos, en los equipamientos y en las entidades de ocio de niños y adolescentes.

Los talleres se estructuran en 3 sesiones, una primera que tratará sobre el derecho a participar, cómo se organiza la ciudad y qué significa vivir en comunidad. Las otras dos sesiones serán dinámicas para provocar y recoger la opinión de niños y adolescentes sobre en qué temas de la ciudad quieren ser consultados y cómo les gustaría dar su opinión, explorando diferentes posibles mecanismos participativos.

En marzo y abril, los centros y grupos que hayan realizado los talleres podrán intercambiar sus opiniones con otros grupos en las ágoras, que serán encontradas presenciales con el objetivo de debatir, consensuar y votar cuáles son las propuestas que cuentan con más soportes de los chicos y chicas.

A través del Decidim.barcelona también se podrán hacer propuestas, apoyar, comentar, participar en debates y votar las propuestas, ya que por primera vez los niños de 8 a 13 años podrán registrarse y participar activamente de la plataforma con el consentimiento previo de sus tutores/as legales.

Las propuestas con más votos o apoyos, serán las que se presentarán formalmente al Ayuntamiento para que éste tome el compromiso de llevarlas a cabo en un acto de clausura del proceso. Pero este acto también quiere ser un acto festivo, abierto a toda la ciudadanía, de celebración de la participación de niños y adolescentes.

Sin embargo, el proceso no finalizará completamente porque tenemos el objetivo de constituir una Comisión de Seguimiento del proceso formada por sus participantes que tenga la misión de velar por la ejecución de las propuestas presentadas en el Ayuntamiento de Barcelona. De esta forma, el proceso continúa de forma que se pueda asegurar el compromiso y rendición de cuentas para su cumplimiento futuro.

4. ¿Qué importancia tiene la participación infantil en el diseño de las políticas públicas?

El artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por las Naciones Unidas, dice lo siguiente:

Los Estados miembros deben asegurar al niño con capacidad de formar un juicio propio el derecho a manifestar su opinión en todos los asuntos que le afecten. Las opiniones del niño deben ser tenidas en cuenta según su edad y madurez.

La Carta de ciudadanía de Barcelona de 2010, en su artículo 22 también establece que todas las personas menores de edad “tienen el derecho a participar en la elaboración del proyecto de ciudad, y que el Ayuntamiento promoverá experiencias y espacios de participación ciudadana dirigidos a niños y adolescentes”.

Por ahora, si hablamos en general de Cataluña y de Barcelona, la participación de la Infancia y Adolescencia tiene menos importancia de la que sería deseable, aunque se han dado pasos muy importantes.

Barcelona cuenta con un proceso como Hablan los niños y las niñas, liderado por el Instituto de Infancia y Adolescencia que ahora lleva a cabo su 2ª edición y, que consiste en la realización de una muy amplia encuesta a 5.000 niños sobre su bienestar, la realización de talleres en las escuelas y la elaboración de una Agenda donde los niños y niñas hacen constar sus demandas en el Ayuntamiento para mejorar su bienestar. Esta Agenda se entrega al alcalde el próximo 21 de noviembre, en el marco del día internacional de los Derechos de la Infancia y de la Capitalidad Europea de la Democracia.

Hay otras experiencias muy importantes en la ciudad como el pregón de Laia y el proceso Ciudadanía Adolescente que introducen a los niños y adolescentes en el derecho a la participación política y al diálogo con el consistorio.

También se está desarrollando el proyecto europeo de investigación Imcitizen en dos escuelas de Sant Martí, impulsado por la UB. Este proyecto explora, junto a otras ciudades, formas de participación innovadoras de los niños.

A nivel de otras ciudades y países, hay experiencias muy interesantes que podrían trasladarse a nuestra casa y que quizás han demostrado tener una mayor incidencia en las políticas públicas, hablamos por ejemplo, del Parlamento de los Niños en Escocia o de los Consejos de 'Niños en numerosas ciudades, incluido el Consejo Nacional de los Niños y Adolescentes de Cataluña impulsado por la Generalitat. En cualquier caso, la existencia de un órgano o mecanismo de participación estable, de ámbito de ciudad, que se renueva periódicamente, formado por niños y adolescentes, asegura sin duda el seguimiento de las políticas públicas y la posibilidad de consulta y diálogo permanente, mecanismo de lo que, por ahora, Barcelona no dispone.

5. ¿Qué significa buscar 'calidad democrática' a través de este proyecto?

Cuando hablamos de participación infantil y calidad democrática es importante tener presentes distintos aspectos. Por un lado, que la infancia y la adolescencia es muy diversa y que es necesario tener en cuenta las diferentes intersecciones entre el género, la diversidad de origen y la diversidad funcional, además de las diferencias socioeconómicas y territoriales. Si Barcelona es una ciudad diversa y con desigualdades, su infancia también lo es y, hay que tenerlo en presente cuando diseñamos la participación, para que ésta sea lo más diversa y representativa posible de la realidad de la ciudad. La llamada a la participación que hace el proyecto Volem Decidir! es muy amplia, porque no sólo se dirige a los centros educativos, sino que se puede participar también desde los equipamientos de infancia y adolescencia como casales y ludotecas y desde las entidades del ocio como esplais, agrupamientos o clubes deportivos. Pero además, el reciente desarrollo del Decidim.barcelona permite la participación desde las familias o desde el propio niño, ya que en este proceso se podrá interactuar a todos los niveles con la plataforma, y esto es un cambio significativo de apertura y inclusión respecto a otros procesos. También estamos poniendo especiales esfuerzos en que participen niños y adolescentes de todos los territorios y distritos de la ciudad.

Por otra parte, en la participación infantil, es necesario poner el foco en el retorno y trazabilidad del proceso. Queremos poner aquí mucho énfasis porque a menudo la participación infantil sirve para que una vez al año haya una imagen de los políticos con los niños, pero no siempre se va más allá a la hora de rendir cuentas y dar respuesta de lo que se ha hecho y de lo que no se ha hecho sobre las propuestas que los niños presentaron en los procesos participativos. La falta de retorno de los resultados del proceso puede crear el efecto contrario al que se quería conseguir, puede generar frustración y mayor desafección en los propios niños.

El proceso Volem Decidir! quiere romper este tipo de dinámicas y asegurar el compromiso y la vuelta del consistorio en la ejecución de las propuestas que realicen los niños. Por eso contamos con la plataforma Decidim.barcelona que podrá recoger todas las propuestas que se realicen durante el proceso y todos los apoyos y votaciones que se hagan, y contamos también con la constitución de una Comisión de Niños y Adolescentes para hacer el seguimiento de la ejecución de las propuestas que formen parte del resultado final del proceso, y esto claramente, puede ser una garantía de calidad democrática.

6. ¿Cómo asegurar que las voces de los niños y niñas son escuchadas y que se tienen en cuenta sus propuestas?

Bien, a veces es difícil incluso asegurarlo en los procesos participativos dirigidos a los adultos. No hay fórmulas mágicas ni garantías absolutas, pero hay una serie de factores que ayudan a que la participación se convierta en real y efectiva.

Por un lado, la trazabilidad de las propuestas en la plataforma digital es una garantía de que las propuestas de los niños no se pierden o no se olvidan de un proceso a otro o de un año a otro. Debemos pensar que los cambios en la infancia son constantes (maduración del niño, cambios de centro educativo, cambios de intereses, movilidad territorial, cambios de referentes educativos..) y por tanto, si la información está disponible en internet y es de fácil acceso y está adaptada a su edad, los propios niños pueden cuidar de que sus propuestas no caigan en el olvido.

Por otra parte y como cualquier otro proceso de participación, es indispensable que exista un compromiso político, una voluntad política de escucha de los niños desde una visión no utilitarista y no adultocentrista. Y que exista, además, un cierto consenso entre las diferentes fuerzas políticas del Ayuntamiento. Políticos y técnicos deben tener claro que los niños son ciudadanía y que tienen mucho que decir, mucho que aportar y que su visión es original, única y valiosa para toda la sociedad, por eso, hay que escuchar y tener siempre en cuenta las sus propuestas.

En este sentido, es importante que las personas técnicas de participación de los ayuntamientos y de las administraciones se formen en Participación en la Infancia y la Adolescencia y sean conscientes de que esta participación debe enfocarse de forma singular y específica, diferente a la participación que se dirige a las personas adultas.

Pero en definitiva, es toda la sociedad que debe considerar a niños y adolescentes como ciudadanos con derechos y deberes, y esta consideración debe llegar a través de los medios de comunicación, los centros educativos, las entidades y asociaciones, las familias y toda la sociedad en general.

El otro factor importante es que existan estructuras de participación estables que se renueven periódicamente pero que perduren en el tiempo, asegurando así la continuidad en el seguimiento de las propuestas y el diálogo permanente con el consistorio. Estas estructuras, como los Consejos, Parlamentos o Asambleas de Niños, deben contar con el apoyo y acompañamiento de técnicos especializados que ayuden a los niños a expresar y materializar sus propuestas sin dirigirlas u orientarlas por lo pronto, sino por promover su autonomía y autoorganización.

Una de las propuestas más interesantes de las que se está hablando actualmente en términos de participación infantil a nivel europeo es la de poner al alcance de los niños espacios de participación descentralizados donde poder informarse, opinar, hacer propuestas, reunirse e incluso autoorganizarse. Se trataría por ejemplo, de que en cada distrito hubiera un espacio de participación infantil en el que niños, adolescentes y familias pudieran interesarse por los asuntos públicos de la ciudad, informarse, opinar y proponer. Un espacio permanente y acompañado dedicado a la participación infantil en cada distrito de la ciudad que ofrezca recursos y espacios para la participación.

7. ¿Quién coordina este proyecto y qué recorrido puede tener en Europa?

El proyecto se coordina a nivel ejecutivo entre la dirección de Innovación Democrática, la dirección de Democracia Activa y el departamento de Promoción de la Infancia del Ayuntamiento de Barcelona, pero cuenta con el apoyo, reflexión y conocimiento de todo el Grupo Motor de Participación de los niños, que es un grupo muy amplio formado por profesionales de distintos ámbitos. En funcionamiento desde 2017, es un espacio de trabajo, de reflexión, de autoaprendizaje y de generación de conocimiento interdisciplinario entre administraciones y departamentos municipales para avanzar en la participación de los niños.

Actualmente, el grupo motor en participación de los Infantes lo componen técnicos y técnicas municipales de diferentes áreas y distritos, el Consorcio de Educación, el Instituto de Infancia y Adolescencia y la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Además, tiene el acompañamiento y la coordinación técnica de dos profesoras de la Universidad de Barcelona, expertas en participación infantil.

El Grupo Motor ha confeccionado diferentes materiales y propuestas para avanzar en la participación infantil en el Ayuntamiento de Barcelona, entre ellas una Guía para impulsar la participación de los niños en los servicios y proyectos municipales y una recopilación de experiencias en participación infantil que se han realizado en Barcelona.

Desde Grup Motor nos gustaría poder intercambiar experiencias con otras ciudades de Europa y constituir una red de profesionales a nivel europeo con el objetivo de enriquecer y hacer crecer la participación infantil de las ciudades. Ésta es una propuesta que podemos hacer en la Red de ciudades ECoD de la Capital Europea de la Democrática, para fortalecer la participación infantil a través del trabajo y el intercambio común.

El axioma que debemos tener siempre en cuenta cuando hablamos de políticas de participación democrática desde las administraciones públicas, es que no existe una participación de calidad si no hay participación infantil, al igual que tampoco existe una participación de calidad si ésta participación no es inclusiva y diversa y se dirige a todo tipo de ciudadanía.

8. ¿Qué recomendaciones puedes hacer sobre cómo debe ser la participación infantil?

Debe ser, como todas, una participación bien informada, pero partiendo de materiales adaptados y comprensibles por los niños, acompañados por dinámicas o intervenciones pedagógicas de personas más expertas, pero intentando siempre no influir, ni directa ni indirectamente, en la opinión de los niños.

La participación debe hacer lo posible para que el niño se sienta parte integrante de la comunidad de la que forma parte, para que comprenda que esta comunidad se rige por unas normas comunes de convivencia que nos ofrecen bienestar y seguridad a todos y que él o ella puede participar en su construcción o modificación si las encuentra injustas.

La participación infantil debe promover la inclusión y la diversidad y promover el diálogo intergeneracional, donde el niño pueda conocer el punto de vista de los adultos, de las personas mayores y de las demás personas que forman parte de su comunidad. Debe ayudar a ponerse en la piel ajena y establecer diálogos constructivos para conseguir el bienestar colectivo. De la misma manera, es imprescindible que los niños se sientan escuchados con atención y respeto por el resto de la sociedad y, que sus propuestas sean valoradas y se argumente debidamente su aceptación o rechazo, de una manera que niño pueda entender y reconocer.

Es una participación que debe intentar ser lo menos dirigida posible por los adultos, respetando los ritmos y aprendizajes de los niños y debe promover su máxima autonomía y autoorganización. Debe empoderarlos en el conocimiento de sus derechos y darles toda la confianza posible para ejercerlos constructivamente, en el presente y en el futuro.

Debe ser una participación autónoma de la participación adulta pero con capacidad de influencia en los planes y proyectos que de verdad construyen la ciudad. Por ejemplo, desde el Grupo Motor de Participación de Infancia del Ayuntamiento se ha formulado la propuesta de que en los próximos Presupuestos Participativos haya un presupuesto específico para realizar unos presupuestos participativos de niños y jóvenes, con debates, proyectos y votaciones específicas por estos grupos de edad.

Es muy importante cómo se comunican los procesos participativos dirigidos a niños y adolescentes porque es necesario utilizar los canales que les son propios y que no tienen que ver con los canales de comunicación de los adultos. Cuando hacemos participación dirigida a niños y adolescentes, debemos partir de los espacios donde se encuentran (educación y ocio) y utilizar espacios comunicativos específicos como programas de TV de información infantil o redes sociales muy extendidas entre adolescentes como puede ser TikTok.

Y quiero decir algo que a menudo se nos olvida o pasamos por alto: la participación que dirigimos a niños y adolescentes debe ser una participación divertida, para disfrutar y pasarlo bien, donde puedan expresarse con las herramientas y formas que les gustan y les son propias. Por eso es muy importante la adaptación de las plataformas de participación a los niños y jóvenes como el Decidim.barcelona, que posibilita su participación en múltiples formatos como vídeo o podcast, con todas las garantías de respeto a la privacidad de sus datos y su seguridad.

9. ¿A quién debe implicarse en este proyecto y cómo crees que esta participación puede beneficiar a la ciudad de Barcelona?

Es necesario implicar a muchas personas y entidades. En primer lugar, a los representantes políticos del Ayuntamiento de Barcelona para que sean conscientes de que niños y adolescentes tienen mucho que decir y aportar a la ciudad. Los centros educativos son otro elemento clave en el éxito del proceso. De hecho, la Consejería de Enseñanza ya ha incorporado en el currículo escolar el vector de Ciudadanía democrática, crítica y comprometida y con conciencia global como uno de los que hay que trabajar en la vida del centro educativo. El proyecto Volem Decidir! coincide en esta línea de trabajo y aporta elementos importantes para seguir trabajando estas cuestiones en los centros, tanto primaria como secundaria.

Además, de los centros educativos, la novedad del proyecto Volem Decidir! es que incorpora los equipamientos y entidades de ocio de la ciudad: casales, ludotecas, esplais, agrupamientos... Estas entidades tendrán la posibilidad de participar en el proceso de forma autodinamizada, a través de unos materiales específicos que estamos elaborando que guiarán a monitores y educadores para implementar los talleres en sus espacios con ayuda de un asesoramiento externo. Esto nos permite ampliar los espacios y no reducir la participación dentro del ámbito escolar, sino implicar también a todo el sector de la educación no formal, es decir, las entidades y equipamientos de ocio que también realizan una tarea educativa muy importante.

Por último, el proceso quiere implicar a las familias ya los niños de forma individual, de forma que puedan participar desde casa o de forma autónoma. Esto será posible por primera vez con el Decidim.barcelona, que ha incorporado un módulo que permite la validación de la navegación del niño por parte de los padres, madres o tutores legales.

La visibilidad del proceso a nivel social de forma generalista es también fundamental porque es necesario conseguir que la sociedad perciba a los niños como ciudadanía con capacidad de aportar elementos que nos beneficien colectivamente. Éste es un reto a largo plazo al que el proyecto Queremos decidir! quiere contribuir de forma significativa. Debemos ser conscientes de que, cuando los niños participan en la planificación urbana y el diseño de los espacios públicos, se pueden crear entornos más seguros y atractivos para ellos, de los que se sientan creadores, responsables y tengan un mayor cuidado. Pero, además, los niños a menudo tienen una percepción única de los problemas y retos de su comunidad. Su participación puede ayudar a identificar problemas que los adultos pueden pasar por alto y generar soluciones innovadoras y originales.

La participación infantil es una forma efectiva de educar a los niños y niñas sobre la importancia de la democracia, la ciudadanía y la responsabilidad cívica. Les enseña cómo funcionan las instituciones democráticas y cómo pueden participar de forma constructiva en la sociedad, su comunidad y su ciudad. Sin duda, Barcelona puede beneficiarse del reconocimiento de la visión y opinión de sus niños y adolescentes. Incluirlos en las decisiones políticas es construir una sociedad para todos y todas, una sociedad más inclusiva y diversa, más democrática, que piensa en su futuro y que aprende a colaborar y construir colectivamente.

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